Reeditamos el post publicado el 2/03/2013, sobre el Trauma Nuclear, ofreciendo un resumen de las principales ideas vertidas por Paloma Cabadas en los cursos impartidos en Madrid (2/03/2013) y en Barcelona (13/04/2013) y narrados a través de @Twitter (@PalomaCabadas).
El milagro de la vida no es sanar a alguien... tener una regresión..., sino estar feliz y contento todos los días de la vida. Debemos ahuecarnos para estar cada vez más ligeros, resonando permanentemente en la alegría de vivir. A cada instante se está jugando todo. Tengo por delante, hasta el día que me muera, la oportunidad de vivir todo lo que se me está dando cada día. Debemos ser responsables de nosotros mismos. El modo en que vivamos sólo depende de nosotros mismos, de nadie más. Incorporar la energía de amar significa que dejamos definitivamente de sufrir.
El Universo es el escenario que permite la expresión y juego de la conciencia. Aparecemos por afinidades en los espacios y convocatorias más idóneos para solucionar lo que tenemos pendiente.
La evolución en el cosmos se hace también gracias a la Tierra. Venimos a la Tierra a resolver los excesos que veníamos cometiendo. Debemos filtrar a través del cuerpo todas las memorias de la conciencia. Debemos plantearnos recuperar las memorias positivas de nosotros mismos. No veamos el pasado como algo duro o condenado, sino como la necesidad de experiencia que precisábamos para solucionar lo pendiente. La vida, en sí misma, ya es una regresión. Se nos repite aquello que venimos a solucionar y que nos quedó pendiente. Esta vida es para resolverlo. Debemos observar el componente emocional que nos va a dar la pista de lo que tenemos que resolver. Nuestros talentos son los salvavidas en los que nos sostenemos. La energía de amar y el sufrimiento no casan. O sufres o amas. Hay que elegir. Nos hemos acostumbrado a estar en la lucha, cuando ya podríamos estar aprendiendo sin dolor. La finalidad última de venir a la Tierra no es sufrir, sino amar, crear. La energía de amar es una energía que crea. La Tierra es el lugar adecuado para la materialización de la creatividad. Estamos amando cuando estamos alegres. Amar te conecta con el lado femenino de tu naturaleza. La energía de amar tiene que ver con la consciencia de los límites, en no dejarnos arrastrar por el sufrimiento. En la medida en la que sepamos estar mejor con nosotros mismos seremos capaces de estar mejor con nuestra pareja o seres amados. En esta vida hemos venido a sentir. Venimos a concretar el pensar y fundirlo en el sentir.
El proceso de evolucionar no es a base de compararse con nadie, sino a base de ir ampliando el rango de tus posibilidades. Sufrir no es el objetivo a la ahora de evolucionar. Es la consecuencia de nuestra experiencia que nos ha ido separando de nosotros mismos. El sufrimiento no deja que disfrutes y goces de la experiencia adquirida. Debemos hacer la lista de todo aquello que decidimos dejar de hacer para dejar de sufrir. El sufrimiento es adictivo bioquimicamente.
El sufrimiento residual de la humanidad se concreta en tres tipos de traumas: el del abandono, el del rechazo y el de la autoridad.
Para detectar mi trauma nuclear, se trata de ver lo que más me duele en esta vida; de empezar por reconocer lo que me inquieta, lo que me hace sufrir de forma recurrente, lo que nos da miedo, lo que nos avergüenza. Entrar a averiguarlo y sincerarnos con nosotros mismos es un acto de amor. A veces, las pistas para identificar el trauma nuclear nos vienen por sueños repetitivos, miedos, amenazas, fobias, regresiones espontáneas, accidentes. Hay películas que nos mueven por dentro, porque nos recuerdan nuestro acontecimiento traumático. No hay ninguna casualidad. Ni los zapatos que llevamos ni el colchón donde dormimos.
El Trauma Nuclear va evolucionando a lo largo de nuestras vidas y pasa por diferentes etapas:
PURGA: Nuestras fases de purga son reordenamientos del pasado. Gracias a eso, podemos soltar de golpe un montón de limitaciones y lastres. A veces, una fase de purga puede ser una enfermedad que nos permite evacuar capas de energía densas. Es la fase más restrictiva, destinada a no caer de nuevo en los excesos. Limita la acción personal. Es la fase más difícil de evolución de nuestro trauma; pero hay que aceptarla, en lugar de verla como un revés del destino. Lo que importa es desdramatizar nuestro pasado; sacarle el aprendizaje a nuestra experiencia para ir ahuecando sufrimiento. La lucidez supone una conciencia de estar evolucionando y ver que tus acciones tienen una trascendencia en tu curriculum evolutivo. La culpa es una desviación del sentido de la responsabilidad.
SENSIBILIZACIÓN: es una fase en la que ciertos sucesos nos preservan de entrar en aquello que realmente no queremos. Es como venir vacunados. Nos permite recuperarnos de sucesos que pudieron ser muy traumáticos.
ACOMODACIÓN: es una tregua, una etapa en la que nos relajamos con respecto al trauma para poder disfrutar de las cosas. La diferencia con la vida lúcida es que en esta última estás en la plena activación de tus capacidades.
AUTOAPLICACIÓN: supone que el individuo está tan entrenando de su acontecimiento traumático que no necesita experiencias externas. Uno se aplica a sí mismo el trauma, sin necesidad de intervención externa. YO me abandono, me rechazo o me castigo.
En cada una de las fases del trauma nuclear estamos recuperando conocimiento sobre nosotros mismos.
Es fácil creer que sufrimos todos los traumas, porque el núcleo traumático ha ido desencadenando consecuencias. Los traumas nucleares son los siguientes:
TRAUMA POR ABANDONO: miedo a perderse, a la soledad afectiva, a la pobreza, a la locura ... Te "abandonas" de tus propias capacidades. Recurrentemente te preguntas: "¿Para qué?" Un abandonado va cediendo su propio poder, su propia capacidad de ser querido por lo que es. Sufre una desconexión con el amor básico. El abandono es una desvalorización por DESAMOR. El abandonado se desatiende a sí mismo. Recurre a un refugio mental para escapar de una realidad que no le gusta. Le cuesta mucho estar en el cuerpo físico, por lo que vive muy disociado. Al no estar en la presencia del cuerpo, no puede aprovechar su sensibilidad psíquica. Para compensar su vacío, necesita llamar constantemente la atención sobre sí mismo: autoalejamiento, posesividad, proteccionismo, complacencia ... A veces, se siente como un pozo sin fondo carente de amor. El perfil patológico del abandonado es el "desamparado". Probablemente, el abandono sea el trauma nuclear más extendido en la humanidad, quizá, debido a la diáspora cósmica de las conciencias. La génesis del trauma parece estar -en un alto porcentaje- en la Tierra, especialmente, en el rechazo y la autoridad. El aprendizaje del abandonado es encontrarse a sí mismo. Su legado es la energía del desprendimiento de su plenitud interior. Debe aprender a irse de "luna de miel" consigo mismo.
TRAUMA POR RECHAZO: miedo a la exclusión, a la falta de pertenencia, a la traición, a la crítica ... Tiene que ver más con un tema social que con uno mismo. Es un tema con los "otros". El individuo está herido en su singularidad. Quizá ha sido rechazado, precisamente, por su valía. Mueve mucho nuestra actuación social. Es alguien que, en el fondo, no ha encontrado la expresión de si mismo en el mundo. Tiene miedo a la exclusión o a la falta de pertenencia. La falta de valoración del rechazado le dificulta la inclusión en el grupo y termina por ser un "lobo solitario". Tiene miedo a la traición, a la crítica, a no ser suficientemente válido, a no despertar interés. Esquiva el desafío de demostrar lo que vale. Puede ser un líder, pero no le interesa. Es rebelde, se aísla socialmente. Los perfiles del rechazo son: autosuficiencia, susceptibilidad, ostracismo, represión, resentimiento social, desconexión con el mundo emocional ... Debe aprender a diferenciarse respecto a los otros. El rechazado se cura cuando "vuelve al mundo" con sus talentos y es reconocido, disfrutando de su propia grandeza. Debe aprender a mostrar su valía, a pesar de poder ser juzgado por ello. Al rechazado le cuesta mucho pedir ayuda, pedir favores. El rechazado que supera las críticas sobre sí mismo tiene mucho trabajo avanzado. El perfil patológico del rechazado es de resentido. Su trabajo evolutivo es elevarse por encima de su inseguridad interpersonal. El rechazado necesita el reconocimiento, el aplauso. El rechazado, para incorporar la energía de amar, necesita reconocer su grandeza. Su objetivo personal a conseguir en la Tierra es comunicar. El trabajo personal lleva tiempo. Hay que estar dispuesto a cambiar. Los cambios vienen liderados con el corazón.
TRAUMA POR AUTORIDAD: miedo a la violencia, al sometimiento, a la libertad y al fracaso. La persona con trauma por autoridad sufre una gran tensión interna, con una gran dificultad para arbitrarla. Vive la polaridad entre víctima y maltratador, entre invasor e invadido. En el trauma por autoridad predomina el temor a fracasar, a quedar "al descubierto", lo cual contribuye a reprimir la puesta en marcha de su autoafirmación: YO PUEDO. Son personas que se exigen tremendamente, consumiendo una gran cantidad de energía. No se dan tregua, hay una falta de seguridad básica. El desgaste permanente les impide disfrutar de lo logrado. Sienten gran necesidad de control sobre uno mismo y sobre los demás, para aquietar los parámetros de inseguridad y miedo, generando una gran rigidez. En el trauma por autoridad lo que se está jugando es el poder interno, la afirmación en uno mismo, con valentía. El perfil patológico en el trauma por autoridad es el de controlador, desde el maltratador o la víctima. Se genera en ambientes rígidos con elevados niveles de violencia, parámetros que condicionan la vida del traumatizado. Los mecanismos de compensación son evitar el enfrentamiento y la violencia, aguantando intensos y enormes niveles de presión. El trabajo evolutivo es ejercer la autoridad, el liderazgo sin miedo y desde la ética, la confianza y el respeto por el trabajo en equipo. AMOR a la equidad.
Sanar el Trauma Nuclear implica la eliminación del sufrimiento y nos conecta con el aprendizaje que no podemos disfrutar plenamente.
Libros de Paloma Cabadas:



Hola. Acabo de descubrir este blog y, la verdad es que, las palabras que he leído me han hecho recapacitar y pensar atentamente en ellas. Desde aquí, felicito a la persona que ha tenido la deferencia de publicarlas y, así, podamos disfrutar de ellas.
ResponderEliminarFelicidades.
Deportista.
TAMBIÉN AGRADEZCO PODER LEER...LOS VIDEOS SON MUY BUENOS PERO LA PALABRA ESCRITA AYUDA A LA CONCENTRACIÓN. Y AL DISFRUTE.
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